Estas fotos en concreto las sacó Marcial (Toledano), con el que tuve la suerte de compartir todo el viaje (los dos vivimos en Madrid) y disfrutar de un festival estupendo en el que firmamos mucho a lo largo de los 3 días.
Llegamos el jueves 21 a primera hora de la tarde, tras pasar por Marsella, y pudimos dar una vuelta por Montpellier, ver la plaza, el casco viejo (que es chulísimo), tomarnos una birra en alguna que otra terraza... y en definitiva, disfrutar de las vistas. Y Montpellier se presta, creedme.Al final de la tarde fuimos a Azimuts, ojeamos unas cuantas BD, nos tomamos otra birra en el balcón que tenía la tienda a la calle, sentaditos en una minimesa, mientras esperabamos que cerraran y nuestros anfitriones nos llevaran a cenar.
Fuimos a un pequeño restaurante del casco viejo (dónde también está ubicada la librería, por cierto) y cenamos estupendamente. La verdad es que disfrutamos de una gastronomía excelente durante todo el festival (qué no, Marci? :-P)
El viernes y el sábado firmamos ejemplares como cosacos. La verdad es que la afluencia de público fue estupenda, y eso que había casi 500 autores entre escritores y BD.Conocimos a un montón de gente muy maja y autores interesantísimos. Alguna visita sorpresa como la de Barbara que nos estuvo enseñando material de su nueva colección.
Saludos desde aquí a Nicolas, Ptiluc, Nesmo, Loche, Le Floch, Lewis y toda la gente con la que nos reímos un montón y disfrutamos de las (todo sea dicho, breves) noches de Montpellier.
Este cadillac empotrado en la puerta, hacía pensar que la marcha estaba allí. Nos equivocamos!La fiesta de la BD del viernes fue un poco... "paradita".
Creo que en España estamos mal acostumbrados...
El sábado, ya por la tarde, pudimos disfrutar de la compañía siempre agradable de Paco Roca y Rubén Pellejero (acompañado de su encantadora esposa Mercè y su hija Gemma). Esa noche había una recepción y una cena oficial del festival con unas mesas tipo boda (con su presidente de mesa y todo), en la que nos echamos unas risas con los dibujitos en la tarjeta del menú que iban de aquí allá, y nos quedó un "cadaver exquisito" de lo más gracioso.
El domingo tras un largo día de firmas otra vez, el señor Trondheim nos invitó a cenar a su casa (ya que Marci y yo nos volvíamos el lunes por la mañana) y disfrutamos de una estupenda velada con su mujer, Christophe y Peggy (de Azimuts), Alexis Dormal, Dominique Roques y Bruno Le Floch.
La verdad es que fue un lujazo. Marisco, ostras, una terraza estupenda y buen vino. ^_^
Gracias otra vez Lewis!!
Fue un placer de viaje. Charlar con Marci (que hacía tiempo que no nos veíamos), encontrarme con amigos como Paco y Rubén, descubrir gente nueva estupenda y haber sido tratados de manera exquisita por la gente de Azimuts, dan ganas de repetir siempre.
Espero que así sea, algún día.
t.
